La pintura electrostática conlleva un proceso de acabado con polvo, en seco, la cual se utiliza para dar un acabado duradero y de alta calidad, que permita una producción maximizada, eficiencias mejoradas y beneficios al medio ambiente.

La pintura en polvo ofrece acabados decorativos y funcionales, con una gama prácticamente ilimitada de texturas y colores, además de excelentes propiedades de rendimiento.

La pintura electrostática está considerada como un acabado de alta calidad que protege los metales más ásperos y resistentes, así como los artículos para el hogar que usamos diariamente, brindándoles más durabilidad que lo que pueden ofrecer las pinturas líquidas.

Este material ayuda a reducir el riesgo de rasguños, astillas, abrasiones, corrosión, decoloración y otros problemas de desgaste. Su aplicación se realiza con una pistola de pintura y un horno especial de curado en un proceso que no emite ningún tipo de solvente que afecte el medio ambiente, siendo esta una de las razones de su popularidad.

Durante el proceso de pintado se utiliza una cabina especial donde se recupera la pintura electrostática que no se adhiere con el fin de volverla a utilizar.